Parashá 42 Matot significa “tribus”.
Resumen de la Parashá
Mosheh habló a los príncipes de las Tribus de Yisrael, respecto de los votos y juramentos que se hagan a El Eterno. Cuando una persona haga un voto o juramento deberá cumplirlo; si una mujer soltera hace voto y su padre calla respecto del mismo, éste se sostendrá, pero si su padre lo desaprueba entonces ella quedará libre de la obligación de cumplirlo. Igual sucede con la mujer casada, sólo que es su marido quien aprueba o anula sus votos.
El Eterno ordena a Mosheh que Yisrael haga la guerra contra Midian, después de lo cual él será reunido con su pueblo. Para esta guerra deben ir mil hombres de cada Tribu, a la cual también acude Pinjas. En esta guerra Yisrael vence y son muertos todos los varones midianitas. Fueron también muertos los cinco reyes de Midian, así como también Bilam. Fueron tomados cautivos las mujeres y los niños, así como su ganado; también tomaron sus bienes. Al presentar a los cautivos y el botín a Mosheh y Eläzar, Mosheh se indignó porque habían dejado vivir a las mujeres, por causa del pecado cometido por Yisrael con ellas; por ello ordena matar todo niño varón y a las mujeres que ya habían conocido varón, y quienes tuvieran contacto con muerto deberían purificarse el tercer y séptimo días, así como también purificar sus vestidos.
Los utensilios de oro, plata y cobre deberían pasarlos por fuego para su purificación; lo que no resistiera el fuego debían purificarlo con agua. Con el botín se debía proceder así: Una parte de cada quinientas era para El Eterno, tomado de la mitad del botín, y de la otra mitad se debería tomar una parte de cada cincuenta para darla a los levitas. Los jefes del ejército vinieron a Mosheh para hacer ofrenda de todas las alhajas que encontraron.
Por causa de la gran cantidad de ganado que poseían, las Tribus de Reuven y Gad comparecen ante Mosheh para pedir que les sea concedida la tierra que estaba antes de cruzar el Yarden. Mosheh les increpó, preguntando si dejarían ir a sus otros hermanos a la guerra y recordándoles los pecados de Yisrael por los cuales habían sido ellos castigados, a lo que ellos respondieron que construirían albergue para sus hijos y ganado e irían a acompañar a sus hermanos en las batallas, tomando posesión de su tierra una vez cada hijo de Yisrael pudiera poseer su propia heredad. Mosheh aprueba esta decisión, advirtiéndoles que si cumplían su promesa serían libres de culpa, pero si no fuera así el pecado les alcanzaría. Esto fue dicho por Mosheh a las demás Tribus; los hijos de Gad, Reuven, y la media Tribu de Menasheh fundaron ciudades en la tierra que Mosheh les asignó.